Ssssshhhh…. ese sonido burbujeante le dibujo una sonrisa e indicaba el fin de su jornada, y su vuelta al principio, el lugar donde se sentía viva, llena de felicidad, enérgica e ilusionada, se dispuso a esperar mientras su mente recordaba aquel primer encuentro.
Lo recordaba bien, como esperaba su turno mientras lo veía en un ir y venir sin rumbo, hasta que apareció otro a ayudarlo en su ruda tarea de repostar gasoil. Las primeras veces pueden ser complicadas, si quien te lo explico iba con prisa o daba por hecho cosas totalmente desconocidas, como ocurrió en su día con su tía, cuantas veces intento aprender hacer ganchillo, pero era tarea bien difícil por mucho que te fijaras, cuando el paso de aquellas agujas era a la velocidad de la luz.
Daba otro trago a su coca cola y se quedo mirando aquel muro que tenía justo enfrente con pinchos enrollados en su parte superior, no sabia que había al otro lado, pero tampoco le importaba. Con su lado tenia mas que suficiente.
Casualidades de la vida se encontraron fuera, hablaba por teléfono, se giro y se lo encontró semidesnudo con su radiante sonrisa, al lado de la puerta abierta de una vanette, de aquellas de morro, matricula de Albacete. Se le paso la idea de acercarse, pero para si se dijo, se esta cambiando no lo importunes, acto seguido el chico comenzaba hablar, que si mejor así, que si mucha calor, que si….. no recordaba bien como transcurrió aquella conversación, en la cual le nombro citas que ella también utilizaba y ahora no recordaba, sobre las cosas no muy bonitas que te suceden en la vida, de lo malo se paso a lo bueno, y de bueno a lo eterno, frases que se le quedaron grabadas por ese atrevimiento, el cual en todo aquel tiempo nadie de allí le había hecho mención.
No te lances que trabajáis en el mismo lugar, y sabes que las mezclas siempre te han salido mal. Después de aquel encuentro fugaz, el cual terminaron con un, ya coincidiremos por aquí, y nunca mas se encontraron, allí mismo.
Pero si coincidían de pasada en otro, el cual frecuentaba mas amenudo, dos veces iba a lo largo de su jornada. Se sorprendió bastante el día que se dio cuenta que volteaba la cabeza para visualizar aquel camión que entraba en la bascula, mientras esperaba su turno para salir, sus compañeros le dijeron ¿lo buscas? Habían coincidido en diversas ocasiones y como era lo habitual de las sonrisas no pasaban, no se podía hacer mas, bueno si, si parabas antes de salir para entrar en los servicios.
Desconocía su nombre, bueno totalmente, pero le había creado una ilusión, que muy pocos en esta vida, habían logrado. Esa sonrisa, ese torso, esa lengua osada, su mente iba por libre, se decía no te conoce por lo que quizás, o si, y no tienes ni idea, dado que bien gordas y sonadas has hecho en esta vida.
Después de meses allí se encontraba a la espera de que terminara su jornada, ella por una casualidad del destino, había finalizado antes de lo previsto, como aquel primer día, así que se cambio de ropa, paso por la salita, se pillo una lata de las maquinas y apoyada en un coche a la sombra se dispuso a bebérsela. Ya salia, después de los saludos pertinentes llego donde estaba, y dijo:
- ¡vamonos!
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