Nos volvimos a iluminar. Este relato corto lo escribi anoche después de haberme acostado, rondarían las 7am. Parece ser que el cambiar radicalmente de ámbito laboral, nos favorece en muchos aspectos. 💋💋💋
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«La Selectiva»
Entro en la cafetería, se acercó y le dijo:
– Te has dejado la puerta lateral abierta.
Con un ok, le respondió.
Ya se había dado la vuelta y dado un par de pasos, cuando se dijo para si, ¡díselo!
Se volvió sobre sus pasos, quedando frente a él dijo:
– ¿Probabilidades de un café con rombos, vos y yo a solas?
– Todas, le respondió.
– ¿Dispuesto?
– ¡Siempre!
Se le quedo mirando alzando su cabeza para ver sus ojos, esos que la paralizaron al primer contacto visual que tuvieron, cuando él abriendo los brazos exclamó:
– Nena, ¡haz conmigo lo que quieras!
– Aquí y ahora? Me dejarías?
Ansiaba sentir su piel y sin perder contacto visual comenzó a subirle el suéter, seguido de la camiseta, y de otra más interior que llevaba por abajo, bajo su mirada y observó su tez morena, bronceada, en los 4 dedos que quedaron al descubierto, con algo de vello alrededor de su ombligo.
Introdujo sus manos entre sus ropas y estas surcaron su torso despacio, deleitándose en su recorrido, sus pezones estaban erguidos y sintió como un escalofrío le recorría todo su cuerpo, se paralizó por un breve segundo, mientras su mente le decía, ¿Qué haces?
Entre sus dedos se entremezclaba el vello de sus pectorales, bien marcados, rozando sus pezones levemente con las palmas de sus manos, su vello era suave y fino, no noto nada en su zona abdominal, tan sólo disponía de aquel remolino en el ombligo y algo más entre sus pechos, le gustaba para que engañarse.
Poco a poco fue bajando sus manos, hasta sacarlas completamente de entre sus ropas, bajo la mirada atenta y pícara del caballero en cuestión.
Le recompuso sus ropajes, mientras su pensamiento se le escapaba el voz alta, ¡válgame! y al oírse comenzó a reír,
Los pocos allí presentes enmudecieron, pero ellos, sonreían.
16-2-2023
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