La Quedada

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Ya estaba hablado, hoy era el día se iban a la playa, bueno a la playa exactamente no, pero
quedaría bien cerquita, los parkings de la zona de dogging que ella conocía medianamente bien.
Todavía hacia buen tiempo para poder ir y no coger una pulmonía, días atrás hizo mal tiempo
pero para hoy según el pronostico del tiempo, daba una noche buena, sin nubes, follarían bajo
un cielo estrellado con luna nueva, las mejores condiciones posibles y el morbo por las nubes.

Le costo convencerlo para tal evento sexual, hablo con el por whatsapp innumerables veces y
por teléfono, se habían visto un par de veces nada mas, pero le apetecía verlo follarse a otras,
mientras ella también recibía lo suyo por parte de los que allí se congregaran. Parejas conocidas, desconocidas, chicos, hombres, alguna trans, que podía fallar, nada. Se preveía una quedada para ser recordada.

No era extrañar una quedada así, sabiendo que se acercaba el invierno y para ella se terminaba
la playa, dado que no podía follar en un coche, bueno, poder podía, pero el empastre podía ser
considerable si le pillaban el punto y aunque digan que no mancha ni huele, mentira. Lo sabia
bien, dado que cuando todavía no había entrado ni conocido de casualidad el ambiente liberal,
quedo con un chico en su coche, e hizo tal empastre que llevo una toalla en cuatro dobles en su
asiento, y le digo a su madre que se le había caído una botella de agua, mas darle con cepillo al
asiento para quitar la mancha y el olor.

Días atrás, cuando quedaron por segunda vez, al cerrar la puerta de su casa pensó, tengo que
recuperar mi fondo para poder volvérmelo a follar y que no se quede a medias, tú que ibas de
sobra menudo repaso te ha dado el niño. Apuntaba maneras, y no defraudo, pedazo
empotrador, muy muy bueno. Como a ella le gustaban, con besos, mimos, de ese raro espécimen que no sabes porque, pero confías y  que te vas abriendo y puedes hablar de todo, sin filtros ni pelos en la lengua, pero sabiendo que sera solo sexo, el mejor sexo.

No de esos, que alguno llego a pasar por su puerta, y al principio bien, pero luego, parece que la
traigan en la punta, chupar un poco y metersela y au, se vestían y en na se quedaba a
medias y sola. Como si hubiesen ido de putas, así no quería ninguno, quería su preciado 3,
aunque bien sabia que solo le duro asalto y medio, pudo con ella. Ella que se reía del ultimo chico con el que quedo, porque le duro eso mismo, asalto y medio, toma en toda la boca, por hablar.

Ella,que después de las operaciones se volvió exigente o al menos eso se decía, que paso? Su
mente le decía, para saber si son buenos hay que probarlos, aunque algunos, los ves venir y lo
sabes nada mas verlos, experiencia no te falta, decisión si. Esa misma decisión que pocas veces tiene, pero que cuando la tiene, ole. Es capaz de todo y de mas, sin importarle nada de nada, ni ella misma, ni lo que puedan llegar a decir o pensar. Simplemente porque no se para a pensar, lo hace y punto, luego ya veremos que pasa. Total mas
se perdió en la guerra, se repite en las pocas veces que eso a ocurrido.

Uno de sus puntos de locura descontrolada, ese mismo que hace un par de días, se le paso por la
cabeza, y de todo lo que pensó nada mas cerrar la puerta, y estar hablando por app del
ambiente y contactos, para recuperar su fondo. Decidió, que si había encontrado un buen
empotrador, que le costaba llamarlo y preguntarle directamente: Cuando follamos, caballero?
Que sea uno con aguante y que te haya follado de pm quien te haga recuperarte o quizás no,
pero porque probar tropecientos para encontrar uno bueno, si ya lo tienes, no?

Ese era su pensamiento, y así lo hizo. Después de eso, y obtener una repuesta positiva, fue
cuando le propuso ir a la quedada, que como había estado hablando en diferentes grupos de
aquí y de allá, ya se estaba organizando una quedada para el fin de semana, a la que ella iba a ir
por supuestisimo, pero un desconocido vendría a por ella, dado que no disponía de vehículo
propio, todavía.

Lo tenia todo encima de la cama o casi todo, la ropa, vestido corto con buen escote y fácil de
subir, ropa interior no le hacia falta, para lo que le iba a durar. Una chaquetilla, por si refrescaba
antes o después de que la entraran en calor. Condones de varias medidas, mas cantidad de los grandes,
que el niño tiene que follar y lleva buena medida, Toallitas húmedas, pañuelos , la
la muñequera, una toalla y en la mesita el bote de lubricante, agua y poco mas. Se dispuso a entrar
en la ducha, pero antes se sentó en el wc con la pequeña palancana delante y la maquinilla, para
rasurarse el xoxo, que esa noche merecía pasar después unos cuantos días molesta, por mucho
bactroban que se pusiera. Pero hoy, llevaría el coño como el culito de un bebe.

Antes de salir de la ducha, ya se puso aceite por todo su cuerpo,  el pelo como a ella le gustaba, suave, hoy tenia que ser todo suave, menos las folladas. Aunque su mente ya soñaba con verlo follarse a las demás, de pie con los pantalones por los tobillos, eso le ponía cardíaca, le encantaba era poco. Encaramado a los capos de los coches, y follando sin parar, una detrás de la otra. Tenia por seguro que podría con todas, inclusive con ella misma, que esperaba la frase mágica: Ven, que te voy a dar lo tuyo. ?

Aun no tenia el albornoz puesto para secarse, pero su mente ya iba por libre, se veía apoyando
las manos en cualquier coche, culo en pompa y siendo follada sin compasión ninguna, hasta el
fondo y sin piedad, empapada era poco a como estaba, pensó por un momento, me da tiempo a
una batidora rápida, pero no, que luego tendría que volver a entrar a la ducha y el tiempo se le
echaría encima y no quería que él la esperase, le gustaba estar lista antes de la hora, por lo que
pudiera ocurrir.

Se sonreía picaramente, mientras se lavaba los dientes, boca lista. Ahora a vestirse, meter todo
en una mochila, mas un bolso pequeño para meter las llaves, el móvil, el tabaco y poco mas,
ahhhh y las pastillitas de menta, esas que le hacen salivar en cuestión de segundos, y le dejan un
aliento fresco, sin olor a tabaco.

Un whatsapp sonó, de camino decía, casi estaba lista, a él tampoco le gustaba hacer tarde,
porque aun faltaban 20 minutos para la hora acordada, y no vivía tan lejos. Lo recogió todo, y se
dispuso para salir, pero no sin antes ir a la cocina abrir el bote de los premios y para darle uno bien bueno a su fiel amigo, mas unos axuxones antes de salir por la puerta y decirle, volveré enseguida.

Cuando llego abajo, él ya estaba esperándola,  mientras se acercaba él bajaba la ventanilla al tiempo que le decía : No te se ha olvidado nada, niña?
Subiendo al coche y se percato, de que su asiento estaba muy echado atrás, tenia las piernas largas, perfecto. Llevaba bermudas oscuras, zapatillas y una camiseta negra. Su imaginación voló, recordó que el día que se conocieron, él  le digo, que cuando llevaba bermudas no llevaba nada debajo, sueltecita. Mientras todo esto le llenaba la mente, se mordía el labio.
Se sentó, cerro la puerta y dejo su mochila a un lado, entre sus piernas y la puerta, aunque quizás del otro lado mejor. Giro la cabeza, se acerco y le beso, esos labios, mare. Arranco el coche, y se puso el cinturón y aun no habían salido de su calle cuando ella poso su mano en su entrepierna, al tiempo que le decía, a la derecha, yo te indico. Ni lo miro a la cara, cuando empezó a acariciarla por encima de la tela fina de sus bermudas, ya daba indicios de plantarse y ser liberada, él se acomodo un poco en su asiento. Ella no paraba, le encantaba hacerlo, no con mucha maña dado que al ser diestra, con la izquierda no tenia la misma soltura.
Casi estaban llegando al semáforo y le dio indicaciones para llegar al  rió, un buen trozo. Recordó que era precavido con la velocidad, así que cuando pararon en el semáforo, ella se giro y mirándolo directamente a los ojos, le digo sin contemplaciones  y con ojillos de borrego degollado: Te bajas las bermudas y te la chupo mientras vas conduciendo? Por faaaaaaa.  Desde que su mente recordara, siempre había tenido esa fantasía por cumplir, había hecho otras, pero esta no. Porque con los que había llegado a tener la suficiente confianza al volante, unos le dieron un no rotundo y otros, su propio cuerpo no les permitía dicha acción. Pero el niño, tenia el cuerpo, las piernas, perfectas, para que al menos ella lo intentara.  Algo le decía que podía fiarse de él al volante, y total iba a ser el trocito hasta el rió, donde podía ir mas despacio y no pasaría nada.
Sin mediar palabra,  la miro, sonrió, levanto un poco el cuerpo del asiento y se bajo las bermudas, liberando a la prisionera que pedía a gritos ser lamida, succionada y jugar con ella un ratito. Que menos que llegar a la playa lista, aunque bien sabia ella, que poco le haría falta para estar preparada. Se relamía sus labios frenéticamente no podía evitarlo, cambio de lugar la mochila, y se dispuso a acoplarse para tal hazaña, ante la mirada atenta de él. Una de sus  manos cerca del freno de mano y otra en su asiento entre sus piernas abiertas y allá que se inclino para jugar, lamer, disfrutar y recorrer con su lengua y labios  húmedos su polla.
En su disfrute estaba cuando de repente él digo: Ahora por donde? Se incorporó,  se relamió y miro a ver por donde se encontraban y una vez se situó digo, al bajar a la izquierda, lo miro y se sonrieron. Ella iba empapada, se lo notaba y no sabia bien si no le habría dejado marcado el asiento, esperaba que no. Mientras se acomodaba y se ponía de nuevo el cinturón, cruzaron los brazos, él alargo el suyo para acariciar  su cuerpo deseoso y ella hizo lo mismo para, acariciar su miembro, que seguía igual de duro que minutos antes, cuando se lo saco de la boca.
Cruzaron las miradas un ápice de segundo y pensó, encima de buen empotrador parece ser, que nos vamos a llevar genial. Ahora  solo pensaba en verlo con las bermudas en sus tobillos y follando sin parar, y de uno a otro y de una a otra, acercarse, meterse mano, lenguas, y hablarse sin mediar palabra.
FIN.

 

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