El Corin Tellado

publicado en: Blog, Relatos | 1

No es ningún secreto que  en 3condons vamos a escribir nuestras vivencias de los últimos 8 años, pero todavía de las primeras paginas no hemos pasado.

No se porque, hoy tengo ganas de escribir, ese puntazo que me da de vez en cuando. Hoy a modo romanticon, y lo que se me pasa por la mente es, un corin tellado en toda regla, y allá os va….

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EL CORIN TELLADO, by 3condons

Conseguido, casi no se lo podía creer, hacia varios días que parecía que volaba, con esas alas que le abrieron poderosas no hacia tanto, y que no llevaba intención de cerrar. Estaba mas que decidida a hacer su sueño de juventud realidad, cuando sonó el teléfono.

Una voz ronca la llamo por su nombre y apellidos completo, se quedo paralizada, a lo que pensó, otro que le debo pasta, fijo. Últimamente, llamaban bastantes con lo mismo, pero no.

El hombre en cuestión, le ofrecía un trabajo de 3 días, como segundo conductor, le pregunto por su disponibilidad y antes de que ella pudiese contestar, su interlocutor le informaba que le habían dado sus datos en la federación, eso la tranquilizo bastante, pero no llegaba a fiarse del todo.

Proseguía el caballero, indicándole que sabia de su situación, que hacia un poco mas de una década que no se subía a ninguno, y seria novatilla, cuenta que este pequeño viaje es para romper mano. Le ofrecía contrato por esos tres días + sueldo según convenio + dietas, le parecía tan fantástico, que su cabeza le decía, no no no, hay algo que no cuadra. Continuaba, estamos en Almansa, lo único es que tendrán que traerla hasta aquí, porque no disponemos de nadie en estos momentos que pueda recogerla.

En ese instante, el primero que se le paso por la mente fue su primo, y a continuación le dijo a su interlocutor. Caballero, tan bonito me lo esta pintando que dudo de todo, me da unos minutos y le vuelvo a llamar. Quiero consultarlo con mi primo, que él en este terreno esta mucho mas puesto que yo, como novata que soy, dado que no se usar ni la dichosa tarjetita del tacografo, la cual recogí esta misma semana.

El hombre le digo con tono suave, hagamos una cosa, mi nombre como ya te dije anteriormente es Juan, dale este numero de teléfono a tu primo y que me llame. Así, saldrás de dudas y confiaras de lo que él te diga. Te parece? Le parecía raro, pero correcto. Así que colgó el teléfono.

Acto seguido le mando un whatsapp a su primo, diciéndole básicamente lo que le acababa de suceder, y envió el numero de teléfono mas el nombre del hombre. Con la coletilla de, llámame cuando hables con el, y ya me dices. Gracias, b7s.

No había pasado ni una hora, y la llamo su primo. Dime como has quedado?, es verdad?, los conocías?, que hago?, todo ello a una velocidad de espanto, por lo nerviosa que estaba.

Acepta, los conozco, es todo legal, les ha surgido un problema y necesitan de otro chófer en principio por este viaje, quizás según te manejes puedas quedarte por mas tiempo. Llama y acepta, yo te llevo que se donde es, no te preocupes. Prepárate una mochila con mudas para 2 días y yo te presto un saco de dormir que tengo varios, pero coge también una chaqueta gorda por si acaso.

Llamo y acepto, el hombre se reía, no sabia muy bien porque, suponía que era por no fiarse, le indico la dirección, mas la hora en la que tenia que estar dentro de tres días, las 19 horas. Mira tu que bien que no madrugamos, ole. Fue lo que se le paso por la mente, quien fue el tonto que invento los madrugones?

Llego el día, con esa manía suya de no llegar tarde a las 5 de la tarde ya estaba apunto, le mando un whastapp a su primo y le dijo que se verían debajo de su casa, que iba al bar a por un café. Obtuvo como respuesta un OK.

Fueron todo el camino, xarrando de batallitas de camiones sabiendo perfectamente que ese tema la tranquilizaba mucho, también hubo consejos, los frenos, el enganche, acuérdate que no llevas un furgón, las maniobras para entrar a muelle, esto no sabia exactamente si encularia a la primera o a la de mil, por mas que le dijeran que es, como montar en bici.

Estaba anocheciendo pero todavía había claridad, un poco antes de llegar en la misma autovía se desviaron a una gasolinera, para repostar y un café, estuvieron un ratillo y salieron, las 7 menos cuarto, iban muy justos se decía ella,  para su asombro se había echo de noche. Su cabeza le decía, parpadea sino te deslumbraran todos y lo sabes.

Al fin llegaron, cruzaron las puertas y se encontraron ante una explanada enorme, con una caseta al fondo con la única luz en su puerta, del camión solo se veía el culo. Aparcaron enfrente y entraron, para firmar la documentación pertinente, y salieron a la que Juan le decía, vamos a ver el volvo, un volvo? Osti queta, no cabía en si de su asombro.

Con su mochila a la espalda y el saco debajo del brazo se iban acercando, ya estaban al lado, un frigo, todo perfecto no podía ser, se dijo para si. Tanto hacia que no se acercaba a uno que le parecía enorme, bestial, pero bonito bonito.

Yendo por el lateral miraba las ruedas, de formación profesional y lo que todavía no sabia es, quien seria el primer chófer, y esa vocecita le salio diciéndole, mira que si es un gilipollas en potencia y no lo tragas, veremos como quedas, que tu bien sabes que convivencia cero patatero y ya no te callas ni una. Animo, que tres días se pasan rápido, suerte y al toro que en peores plazas has toreao.

Iba pendiente de las ruedas y xarrando  con Juan, cuando por detrás oyó una voz, esa voz la reconocía, hacia meses que no se le despistaba, se giro y vio a su primo iba unos metros detrás de  ella, la voz le dijo: Venga niña, no lo mires tanto y sube, que te vienes conmigo, sin mas. Se quedo mirando a su primo y este le sonrió, al tiempo que levantaba los hombros.

No daba crédito, abrió la puerta al tiempo que le daban una botella de agua, dejaba sus cosas a los pies del asiento y subía. Se sentó, saco y agacho la cabeza, miro a su primo y a Juan, que se reían los dos, al tiempo que le decían, venga que te lo vas a pasar pipa, vas arriba de un volvo, tu preferido de todos los tiempos. Le cerraron la puerta y saludaron efusivamente con la mano los dos, escuchando al unisono  un,  buen viaje.

Allí estaba, en el cubículo de 2 metros cuadrados, con el saco sobre sus rodillas, la mochila entre sus piernas, y la botella de agua encima del saco. Se giro y le dijo: Tuuuuuuuuú? Pero si te he visto, como puede ser?

Él le respondió: Si, yo. Te crees que solo tú tienes amigos que te cuentan las cosas. En serio, pensó esa cabecita loca tuya, que iba a dejar que en tu primer viaje, te fueses con cualquiera, sabiendo lo decidida que estas desde hace tanto tiempo?  Y ahora, deja tus cosas en la litera, ponte el cinturón, que nos vamos.

Fin.

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Soñar sigue siendo gratis, acordaros. Un besazo i en conter que vos volem sansers.

No nos hemos podido resistir y hemos escrito la 2ª parte,  la otra perspectiva. ???

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