Hay muchas más posiciones sexuales de las que te imaginas, y deben de ser incorporadas de forma progresiva a la relación de pareja, para evitar que caigamos víctimas de la rutina, y al final terminemos haciendo el amor solamente por inercia, y no porque lo deseemos realmente.
Evita la monotonía realizando posturas sexuales
Con el paso del tiempo, la vida sexual se va volviendo un poco monótona, incluso hasta aburrida. Si esto ocurre, la relación empezará a deteriorarse, hasta llegar a un punto en el que no funcionará. Puedes probar diversos métodos para despertar la chispa como son utilizar aceites de masajes, tener sexo telefónico y que te escuchen hacerlo, o ponerte a tono para durar más con tu pareja.
Para avivar la chispa del amor, te hemos preparado un pequeño listado con las mejores posiciones sexuales con las que puedes probar, además de recordarte el kegel como postura sencilla anti rutina.
Posiciones sexuales sencillas que deberíais probar
- El perrito: Es una de las posturas más sencillas que, además, se pueden llevar a cabo en cualquier parte. La chica se debe poner a 4 patas y el arrodillado detrás. Para tener un punto de apoyo, la puede sujetar desde las caderas y presionar con cada impulso a la vez que disfruta de la figura.
A los chicos les gusta mucho esta postura, ya que podrán ver muchos detalles de la mujer en movimiento. Además, se ha demostrado que facilita el contacto con el punto G de ella.
- La silla dominante: Esta posición, como su propio nombre indica, requiere de una silla para poder llevarla a cabo. La mujer, completamente desnuda, se pone encima de él y puede coger impulso con el respaldo mientras sube y baja.
Esta postura retrasa la eyaculación, además de hacer que la mujer tenga el control absoluto sobre la solución.
- El bastón: Esta postura es la más recomendada para que ella pueda llegar a alcanzar el orgasmo a través del punto G. La chica se debe acostar y elevar las piernas por encima de los hombros del chico. Así podrá tener las manos libres para poder estimularse por si misma, para agarrarse a las sábanas, o para lo que se le antoje.
- Unión balanceada: Esta otra postura también es bastante fácil, a la par que placentera. Tener contacto con los genitales de forma directa hará que consigamos alcanzar nuevos niveles de placer.
Se colocará una persona frente a la otra, cruzando las piernas de forma que los genitales queden juntos. Inclinaremos la espalda hacia atrás y nos apoyaremos con los brazos. El objetivo es conseguir que los brazos formen como una especie de arco, de tan manera que los movimientos de la pelvis dominen la situación.
Es una postura muy excitante. En el caso de que uno de los dos se canse, uno puede elevarse y terminar sentados, contribuyendo de esta forma a relajar los músculos.
- Posición de sentadilla: Esta postura es una buena opción para poder llevarla a cabo en cualquier parte, como puede ser en el sofá, en la cama o en el coche. Además, tiene muchas variaciones, por lo que podemos ir probando y no nos aburriremos.
El hombre se sentará y sostendrá a la mujer, quien se tendrá que sentar encima, de espaldas. Ella subirá y bajará, mientras el hombre le puede ir besando en el cuello, acariciando sus senos o el clítoris. Además, en el caso de que la pareja se atreva a hacer sexo anal, esta postura también resultará de lo más interesante.
También tenemos otra variante con la que nos podemos atrever -> El hombre se tirará hacia atrás y ella hacia adelante, siempre con ritmo.
- Posición de cucharita: Se colocarán uno detrás de otro, manteniendo las rodillas semi-dobladas, para que el hombre la pueda penetrar mejor. Formarán diferentes figuras geométricas según quieran.
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